Inundaciones: Lo que muchos medios callan.


















La pasada semana asistimos en Andalucía y en otras regiones de España a un nuevo capítulo de inundaciones con su amplio listado de consecuencias catastróficas: viviendas anegadas, todo tipo de daños materiales, personas que lo han perdido todo e incluso desaparecidos. A día de hoy y a diferencia de otras ocasiones no consta ningún fallecido. La gota fría causa inundaciones en siete provincias y viaja a Baleares (El PAÍS. 30-08-13). Por poner un ejemplo: en nuestra cercana Antequera (Málaga), han caído casi 25 litros por metro cuadrado en pocos minutos, causando la inundación de calles y garajes, sin daños personales, según la información de Protección Civil y el Consorcio de Bomberos. Otros municipios, incluso, se han visto obligados a pedir la declaración de zona catastrófica.

No podemos extrañarnos. Suele ocurrir en esta época del año, aunque quizás se haya adelantado un poco en este ejercicio. Un embolsamiento de aire frío en las capas altas más vientos cálidos y húmedos del este a nivel de superficie terrestre y ya tenemos una atmósfera claramente inestable. Una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) según los expertos, lo que antes era conocido como “gota fría”.

Pero no es de meteorología de lo que quiero hablar hoy en “El armador”, sino más bien del tratamiento que hacen, en general, los medios de este tipo de noticias, en mi opinión claramente sesgado ya que omite, por interés o ignorancia, una parte importantísima del problema, una de las principales causas por la cual, mientras el lector lee este artículo, muchas personas han perdido sus casas, los recuerdos de toda una vida y se enfrentan a un futuro incierto. Hablo de planificación urbanística.

Invito al lector a que haga una búsqueda en Google de los resultados de la últimas noticias publicadas acerca de estas inundaciones o de otras del pasado. Mejor, que se sitúe delante de un telediario y que observe el mensaje transmitido. En la práctica totalidad de las ocasiones se transmite la idea de que estamos ante un fenómeno contra el que nada se puede hacer, una demostración de ira de la naturaleza que se ceba con los más débiles. ¿Estoy exagerando? Las fuertes lluvias se ceban con las casasde la zona de la playadel Palmar (Cádiz)  (ABC, 25-10-12).  Podríamos “cebarnos” con el periodista de ABC que redactó la noticia, pero no es el único. Internet está lleno de titulares como estos. El sensacionalismo de los medios de la TV es, si cabe, aún peor. No es casual, los mensajes se nos cuelan en el subconsciente sin que nos demos cuenta. Años y años después ya lo tenemos: una masa de ciudadanos que, entre whatsap y whatsap, “piensa” que la culpa es de naturaleza, una fuerza sádica, arbitraria y descontrolada, que como si de un dios de alguna vieja mitología se tratara, descarga su ira contra nuestras casas sin que nosotros hayamos tenido nada que ver.
¡Pues sí que hemos tenido qué ver! ¡Y tanto! Muchos de estos graves daños tienen su origen en un desarrollo urbanístico descontrolado que arrasa con todo gracias a la construcción de viviendas en cauces naturales, vaguadas, ramblas…. Zonas, como todo el mundo sabe, de alto riesgo de inundación.

Nuestras administraciones son por lo tanto responsables con su inacción de gran parte de estas desgracias. Tengamos en cuenta, además, las cifras que estas se ven obligadas a abonar a las zonas dañadas para reparar los gastos. Es en definitiva un desastre que causa cuantiosas perdidas materiales, incluso a veces vidas humanas y por último un gasto de enormes cantidades de dinero (proveniente de las aportaciones vía impuestos de los ciudadanos) para reparaciones. Como muestra un botón: Diputación ayudará a los municipios dañados por la riada (SUR, 06-11-12)  2,2 millones de euros por unas lluvias que duraron unas cuantas horas y por parte de una sola administración. Y eso si se llegan a abonarse: Municipios afectados por las inundaciones reclaman las ayudas de emergencia (EL MUNDO, 18-04-13) 

Las inundaciones son el riego natural que mayor cantidad de daños humanos y materiales producen en España, alcanzando un valor medio anual próximo al 0,1 % del PIB. El IGME y el Consorcio de Compensación de Seguros han estudiado las pérdidas producidas por las inundaciones durante el período 1987-2002, ascendiendo a casi 12.000 millones de euros. Afirmaciones de Fco Javier Sánchez Martínez. Dirección General del Agua del MAGRAMA.

¿No sería más barato y eficaz hacer un planeamiento urbanístico más sensato, más lógico, más razonable? ¿No sería más fácil seguir las indicaciones de la propia naturaleza y de nuestro propio sentido común? No quiero decir que esta cuestión esté detrás de todos los desastres, pero que no tenga relevancia para que ni tan siquiera se nombre…
Hay leyes. El problema es que en muchas ocasiones no se aplican. Hay soluciones: Una ordenación urbanística correcta y respetuosa con el paisaje, la restauración fluvial de zonas afectadas, la mejora del drenaje de las infraestructuras o incluso la expropiación de suelos urbanizados con riesgo de inundación si no esviable ni posible su protección o si ésta es muy costosa como pide el arquitecto y presidente del Consejo Andaluz de Arquitectos, Luis Cano…

Muy interesante el pdf didáctico del ya mencionado Francisco Javier Sánchez Martínez de la Dirección General del Agua del MAGRAMA.

No estamos entonces ante un problema provocado por fuerzas fortuitas contra las que no podemos hacer nada. Estamos ante una simple cuestión de responsabilidades políticas que deben ser exigidas por una ciudadanía despierta y crítica en el libre ejercicio de su participación en las urnas.

La imagen pertenece a la web www.andaluciainformacion.es

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