100 días de soledad

En los últimos años había llegado a perder mi espacio para la liturgia, para el rito, para el reencuentro con uno mismo que supone apagar las luces, habitar el silencio, ocupar el más cómodo de los asientos de la casa y hacer, con el pretexto de una película o de un buen libro, como si parase durante unas horas el mundo.
Me propuse recuperar eso y, afortunadamente, encontré hace unos días, esta joya, perdida entre los programas emitidos por la segunda cadena.
La cinta nos muestra el reto del fotógrafo de naturaleza José Díaz, consistente en vivir en su cabaña en el Parque Natural de Redes (Asturias) durante cien días, de manera autosuficiente, desconectado del mundo y su tecnología (sin electricidad, móviles, TV, etc.) y rodarlo sin la ayuda de nadie más.
“El frío, el silencio y la soledad son estados que, en el futuro, serán más preciosos que el oro.”
“Cada árbol, cada roca y cada arroyo se explican por sí solos, conforman una sinfonía a la que yo no tengo nada que añadir.”
Estas son solo unas muestras de la calidad de una obra exquisita cargada de un íntimo lirismo. El autor, inspirándose en el retiro que protagonizara siglos antes H. D. Thoreau; haciéndonos partícipes de sus sensaciones, de sus miedos, de sus dudas, de sus anhelos; nos lleva de la mano a través de una aventura que, lejos de ser solamente un relato de supervivencia o una sucesión de imágenes de paisajes de gran belleza, se adentra en la introspección, en todo un viaje al alma humana.
En esta sociedad en la que tanto se nos ha vendido la idea de que la soledad es el enemigo, Díaz nos muestra en esta experiencia que, lejos de serlo, puede llegar a ser, a veces, necesaria, vital, terapéutica.
Un viaje que encierra, además, toda una reflexión sobre la autosuficiencia: con tan solo unas gallinas, un huerto, un caballo, una ducha de agua fría y poco más, el autor nos invita a cuestionarnos cuánto de todo lo que compone nuestras vidas urbanas es absolutamente imprescindible. ¿De verdad es necesario estar constantemente pendientes de Whatsapp?
El rugir del viento, el aullido de los lobos, la música de lluvia, la magia de los atardeceres… Finalista en la categoría de Premio Especial del Jurado en el Jackson Hole Wildlife Film Festival, considerado los Oscars del cine de naturaleza, “100 días de soledad” (Díaz, J. y Olivares, G. 2016) es toda una declaración de amor a la naturaleza, un homenaje a la belleza, una reconciliación con la vida.


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