Sorolla en Salobreña

A veces, la vida te regala un cuadro de Sorolla,
oculto para otros ojos, al cruzar la esquina. 
O te obsequia con Morente cantando a Lorca,
desde el silencio de un balcón con alas:
"Se cayeron las estatuas
al abrirse la gran puerta,
al abrirse la gran puerta."
Ilusión, alegría, sueños, lucha. Da igual. Ábrela.
Y que se caigan las estatuas. Todas las estatuas



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